Una bolera y un boleros resisten a desaparecer la limpieza de calzados en la plaza Libertad de Expresión, aquí en el puerto de Zihuatanejo.
La entrevistada manifestó “hoy en dia tenemos poco trabajo y los materiales que utilizan para el aseo del calzado son caros, como la tinta y la grasa”.
Indicó que esto viene a afectar directamente a las ganancias de los aseadores, por lo que el costo de la boleada es de $50.00 pesos.
La bolera con buen humor recordó al mimo del cine mexicano Mario Moreno “Cantinflas”, desde temprano llega a limpiar su area de trabajo, luego alista la silla adaptada con porta pies para recibir la llegada de algunos clientes.
Aunque ahora son menos que hace 10 años y es cada vez más complicado subsistir como bolero.
Élla es de los pocas mujeres que se esfuerza por conservar este oficio en el puerto de Zihuatanejo.
No obstante, en la actualidad parece ser que el trabajo de bolero está a punto de ser olvidado, esto, porque las nuevas generaciones no recurren a este tradicional servicio para hacer lucir sus zapatos.
Con tristeza revela que el oficio de lustrador de zapatos o limpiabotas, es un negocio que ya no deja “la gente pasa, pero no se detiene y camina de largo”.
Esta noble actividad tiene más de un siglo de historia y es parte de la cultura mexicana, pero al paso de los años, quienes se dedican a brindar este servicio se han dado cuenta que va en franca decadencia el ser bolero.
Antes, era un trabajo que rendía culto al esplendor del calzado y hoy en día apenas se gana de cien a ciento cincuenta pesos al día, que es muy poco y por eso no hay personas que ejercen el oficio de bolero.