*Aguila mocha y los caprichitos de los gobiernos en turno
Por: David Obscura Periodista
En el marco del mes patrio un servidor público tuvo la “brillante” idea de modificar la bandera; a parte de que posiblemente esté enajenado con su partido político, percibió la oportunidad de su vida al quedar bien con sus patrones al exaltar los colores del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) al igual que lo hicieron los demás partidos al colocar sus colores a todo lo que podían mientras estuvieron en el poder.
Pero sí se pasó Javier Figueroa Betancourt, titular de la oficina de Imagen gubernamental del estado de Nayarit, a quien se le atribuye esta modificación lábaro patrio además del comentario en redes sociales para justificar: “yo pensé que la bandera tenía los colores verde y rojo porque antes gobernaba el PRI y por eso ordené que se pusiera el color tinto porque ahora gobierna MORENA. Discúlpenme, no fue adrede el ultrajar la bandera de México”.
En esta liviandad, la bandera fue rediseñada como un pendón, o sea en forma vertical; con el escudo al centro sobre color blanco y a los costados las franjas de color guinda en lugar del verde y rojo.
De “volada” se suscitó un escándalo en redes sociales cuyos usuarios criticaron e incluso insultaron al pobre Javier a quien calificaron de estulto y otras palabras más conocidas; fue tal el grado de indignación social que el Gobernador del estado, Miguel Ángel Navarro Quintero, se vio en la necesidad de pedir una disculpa: “solicitó respetuosamente me acepten una disculpa a nombre del gobierno del estado, y el mio propio, por haber trastocado los colores de nuestra enseña nacional”.
Luego el presunto culpable, fue coherente y procedió a presentar su renuncia al gobernador, tal vez esto para intentar evitar la multa y la prisión que indica la Ley del escudo, la bandera y el himno nacionales, así como el Código Penal Federal, cuya pena incrementa si es con fines de lucro: Artículo 191, al que ultraje el escudo de la República o el pabellón nacional o de otra potencia extranjera, se la aplicará de seis meses a cuatro años de prisión o multa de cincuenta a tres mil pesos o ambas sanciones, a juicio de Juez.
El que no fue coherente fue el mandatario estatal quien después de que se confirmara la renuncia de Javier Figueroa, no consideró la aplicación de la ley y además pidió a la sociedad a través de los reporteros: otra oportunidad para el funcionario.
Mientras que algunos ciudadanos exigían que pisara la cárcel y se aplicara la pena económica, el gober expresó que Javier se separó del cargo al reconocer su error, pero pidió: “denle otra oportunidad aunque sea en otro sitio”, se supone que intentaba decir que fuera cambado de puesto en lugar de corrido; “es un hombre talentoso. Si fuera mi hijo yo querría que le dieran otra oportunidad, si no en el mismo lugar, en otro lugar; si a él se le ha de golpear, prefiero que me golpeen a mi”, así lo dijo el mandatario nayarita.
No me gusta especular, pero toda esta situación hace que mi mente imagine que alguien de su partido le habló para decirle “ps no estuvo tan grave, quiso beneficiar a MORENA”; jajajaja, no se crean esta ya es ocurrencia mía.
Pero qué puede uno pensar ante tanta justificación en lugar de reconocer el error y aplicar la multa. Digo esto porque el gobernador, justificó: “es un joven al que se le debe cuidar” ya que la situación se debió a múltiples actividades del cargo por lo que no logró concentrase y realizó este cambio sin afán de agraviar, por lo que espera que el país acepte las disculpas.
En otro orden de ideas, recuerdo que desde hace años algunos legisladores de diversos partidos han buscado que no se usen los colores patrios para hacer política o sea que el PRI cambie de colores su logotipo; cuando el Partido Acción Nacional (PAN) tomó las riendas del país con Vicente Fox -que por cierto llegó con buena aceptación y luego decepcionó-, se intensificaron las voces para que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) dejara que usar los colores de la bandera de México, en los últimos meses esa idea fue retomada por MORENA.
La historía nos dice que en 1929 surge con estos colores, el Partido Nacional Revolucionario (PNR) antecesor del PRI el cual vino a pacificar al país o sea fue integrado por grupos y dirigentes surgidos de la revolución mexicana y se dio paso al corporativismo y a la negociación para dejar de lado la violencia porque en ese entonces cada quien tenía su gavilla.
Sin embargo hay que reconocer que los tiempos han cambiado y que los colores patrios están en el corazón de los mexicanos y tal vez influyeron de alguna manera para que haya sido difícil sacar del poder a este monstruo de la política que en últimas fechas ha decidido mutar y participar en gran medida en el partido de la bandera guinda cuyos líderes, muchos de ellos expriistas, han perfeccionado las viejas estrategias y cambiado de nombre a los programas sociales electoreros.
El PRI podría comenzar a buscar algún color para sustituir los que usa aunque a los ciudadanos no les importa mucho, en realidad ya nadie relaciona al priismo con los colores patrios y en caso de que algún día prospere la iniciativa de quitárselos, creo que le harían un favor porque le hace falta renovar su imagen tan desgastada por políticos que no sirvieron pero sí se sirvieron.
A los funcionarios de cualquier partido se les nubla el pensamiento cuando están en el poder, recordemos el periodo gubernamental de Vicente Fox Quezada, cuyos funcionarios pensaban que podían lograr una gran transformación y lo único que transformaron fue el escudo nacional que en documentos oficiales aparecía con un diseño fuera de nuestras tradiciones y fuera de la ley: cortado a la mitad, por lo que se conoció como “el águila mocha” y fue considerado como una falta de respeto, pero como dije los servidores públicos se sienten todopoderosos, por lo que Chente Fox, no quiso recapacitar y como los otros poderes prácticamente no existen, pues así se fue todo el sexenio.
No quería creer pero en la ceremonia del “grito” de independencia encabezada por el Presidente, López Obrador, fue colocado justo en el balcón del Palacio Nacional un diseño de la bandera el cual tenía el color rojo modificado, tendiente a guinda. A los costados se podían ver franjas con los colores patrios y se pudo percibir la diferencia del color rojo. Cabe mencionar que en los anteriores “gritos” de este mismo gobierno, el tono sí fue rojo aunque era el mismo diseño colgado del balcón, pero no quiero ser mal pensado y remarcar que son “caprichitos” de la autoridad en turno, a lo mejor se acabó la tela en las tiendas y el sastre solamente encontró el tono rojo-guinda.